Uno de los grandes mitos entre las futuras mamas es aquel que nos han contado que dice que, si tienes antojos alimenticios y éstos son complacidos, nuestro futuro bebé nacerá con una mancha en su piel. La mancha representará ese apetito sin colmar. Por suerte todos sabemos que no deja de ser un mito o una buena excusa para conseguir pequeños caprichos :), y que no pueden estar más lejos de la realidad.

Lo que si es cierto es que nuestros hábitos y gustos cambian durante el embarazo, te apetecen cosas dulces, o saladas, o coges manía a un olor o sabor, tienes mucho sueño o te da un asco horrible las cerdas del cepillo de dental… Son antojos curiosos que el 25% de las gestantes  afirma tener, y que más del 26% lo piensa que es una necesidad fisiológica, mientras tanto  el 20% refiere que se trata de «caprichos», datos del XXVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).

La gravidez es un proceso de suma importancia, en la cual múltiples procesos tienen lugar hiperplásicos, hipertróficos, de adaptación metabólica y de preparación para la vida extrauterina.

Los estudios refieren cambios de gran importancia  en el páncreas fetal, especialmente la susceptibilidad de este órgano en la homeostasis de la glucosa a enfrentarse a cambios nutricionales durante su desarrollo y maduración.

La mayoría de estos estudios que han sido realizados con animales y humanos, hacen especial hincapié en el importante papel de la buena alimentación materna que ejerce sobre la masa de células-β, la producción y sensibilidad a la insulina.

Por esta razón  los hábitos nutricionales de la etapa  pregestacional deben estar ya instaurados  para así asegurar una buena nutrición alimentaría desde el comienzo de la gestación, y asegurarnos un buen desarrollo fetal y un correcto funcionamiento pancreático que facilite una correcta  homeostasis  de las glucosas durante el embarazo y en futuras fases de la vida impidiendo, o  mitigando , el posible desarrollo y padecimiento de enfermedades degenerativas asociadas con el síndrome metabólico y la diabetes tipo 2.

Los antojos de las gestantes son mecanismos neuronales

Un reciente estudio (Claret lidera y Roberta Haddad-Tóvolli), realizado con modelos a ratones hembra, aporta nuevas evidencias sobre las alteraciones de la actividad neuronal durante la gestación que dan lugar a los antojos.

Las investigadoras en su estudio revelan que los niveles de dopamina, y la actividad de su receptor D2R, aumentan durante el embarazo en el núcleo accumbens, una región cerebral implicada en el circuito de recompensa. «Este hallazgo sugiere que el embarazo induce una reorganización completa de los circuitos neuronales mesolímbicos, a través de las neuronas DR2″. De igual modo la alteración de estas células neuronales son las responsables de la aparición de los famosos antojos.

 ¿Los bebes heredan nuestros antojos alimenticios?

Si, tienen consecuencias para la descendencia, afecta en el   metabolismo, en el desarrollo de los circuitos neuronales reguladores de la ingesta de alimento, lo que puede provocar un aumento del peso, ansiedad y los trastornos alimentarios. Es sorprendente, ya que gran parte de los estudios se centran en estudiar cómo los hábitos de la madre, como obesidad, la desnutrición o el estrés crónico, afectan a la salud del bebé.

Estos estudios pueden contribuir a mejorar los programas de post grado, actualizando y reforzando las competencias de los profesionales de la salud de los últimos descubrimientos y evolución del conocimiento, a fin de asegurar una adecuada nutrición prenatal y prevenir la aparición de enfermedades crónicas, así como, la elaboración de nuevas guías nutricionales para gestantes.

Los mitos sobre la gestación han resistido durante generaciones, a pesar de que solo creencias sin fundamento son creencias culturales que se divulgan generación tras generación y que debemos ir sustituyendo por la evidencia científica.