Según el informe “Datos y Cifras del Sistema Universitario Español”, se conformaron en el curso 2018-2019 un total de 83 universidades con actividad, 50 públicas y 33 privadas. Se contabilizaron 1.055 centros universitarios entre escuelas y facultades, 525 institutos universitarios de investigación, 50 escuelas de doctorado, 54 hospitales universitarios y 77 fundaciones.

Hasta el año 2020 la gran parte de la oferta educativa de los centros universitarios continuaba desarrollándose de forma presencial, pero era frecuente encontrar centros que ajustaban sus programas de estudio y ofrecían titulaciones universitarias 100% online.

La rápida transformación de la era digital ha ido incorporando a la práctica totalidad de las industrias y sectores laborales en los últimos cinco a diez años, y en referencia al tema que nos ocupa, la educación superior es una de las últimas en hacerlo.

Necesidad de adaptación al mundo laboral

Precisamente, es esa velocidad de los cambios que día a día surgen en el mercado laboral actual, la que motiva una brecha existente en el tipo de formación demandada por las empresas y la ofrecida por las universidades.

Ello ha llevado a las diferentes instituciones a plantearse cambios en su manera de actuar:

  • Las nuevas tecnologías son más accesibles, empiezan a cubrir necesidades reales y existe por parte de los alumnos una mayor tendencia y costumbre de consumir información online:
  • Los profesionales desean actualizarse rápidamente y continuar capacitándose para el empleo.
  • Los ritmos de vida actuales hacen que muchos alumnos no dispongan del tiempo necesario para cursar estudios de manera presencial.
  • Los alumnos perciben la fórmula online como asequible, cómoda y confían cada vez más en que la titulación tiene la misma validez obtenida de forma online, que manera presencial.
  • El alumno es quien ajusta sus horarios, y estos no vienen impuestos por la universidad, sino que se ofrecen alternativas y se facilita su cumplimiento.
  • Muchos de los trabajos más demandados actualmente guardan relación con el mundo digital y requieren esa habilidad para acceder a los datos, compartirlos, analizarlos y presentarlos. Cualquier trabajo usa un software para completar sus tareas. Las herramientas digitales y los datos son especialmente relevantes a la hora de colaborar con otras personas o de tomar decisiones, por lo que la digitalización se ha convertido en materia transversal.

Evolución de la tecnología aplicada a la enseñanza y el aprendizaje

Durante el último año, un 49% de los estudiantes afirman haber realizado algún tipo de formación online. No son pocas las investigaciones que arrojan evidencias que sostienen que los estudiantes retienen entre un 25 y un 60% más de contenido cuando lo han percibido través de un dispositivo multimedia (en la enseñanza meramente presencial, la cifra de retención oscila entre un 8 y un 10%).

Parece lógico el afirmar que se aprende más rápido con esta modalidad formativa, al requerir menos tiempo, dado que cada estudiante establece su propia “ruta” de asimilación de la información, volviendo a releer a apartado o repitiendo un vídeo, acelerando un tema si ya se tienen conocimientos previos o consultando conceptos libremente en internet si surgen dudas a tiempo real.

La tecnología que permite la formación virtual está evolucionando exponencialmente; se estima que la virtualidad entrará en prácticamente todas las áreas de conocimiento y se potenciarán las simulaciones, adaptaciones de laboratorios y otros entornos de prácticas.

También es importante referir que el tipo de modalidad elegida no afecta al prestigio y validez del título obtenido. Un título universitario obtenido de forma virtual tiene exactamente el mismo valor que uno obtenido de forma presencial.

La única diferencia entre estas metodologías es que, de momento y debido a la corta experiencia, los centros universitarios todavía no han logrado adaptar la totalidad de su oferta formativa a la modalidad virtual y por lo tanto la oferta en esta área se ve algo reducida respecto a la modalidad tradicional, o se ofertan titulaciones semipresenciales.

La irrupción del COVID-19 ha acelerado la trasformación

Las circunstancias excepcionales que han acontecido a raíz de la crisis pandémica por coronavirus han acelerado de forma ultrarrápida los procesos de transformación digital a todos los niveles.

El ámbito de la educación online también han sido testigo del aumento de la demanda del alumnado para cursar formación superior a través de internet.

La consultora de investigación de mercados Hamilton Global Intelligence, ha experimentado un aumento un aumento en cuanto al contacto de universidades para participar en su ranking anual, lo que es un indicativo del aumento del interés y la demanda de los programas online durante el pasado 2020 y la tendencia se mantendrá en 2021.

Además, durante el segundo trimestre del año 2020, las consultas a la web del FSO Ranking aumentaron en un 85% respecto al mismo periodo de 2019 y un 38% respecto al trimestre anterior.

Todas estas circunstancias se han visto reflejadas en el número global de matrículas realizadas para el curso 20-21 para titulaciones en su modalidad online, que han aumentado en casi un 80%.

En España este aumento ha sido del 72%, mientras que en el plano internacional los países con mayor incremento en el número de matrículas han sido Perú, Ecuador, Uruguay y Chile, con crecimientos superiores al 100%, seguidos de México, con un 87%, y Argentina con un 71%.